La caries dental es una enfermedad que involucra múltiples factores, y que provoca la destrucción paulatina de los tejidos del diente. Los culpables son los ácidos que generan las bacterias y los microorganismos que viven en nuestra boca, y que acumulamos tras la ingesta de alimentos. Las caries se producen a causa de una combinación de factores, como bacterias en la boca, ingesta frecuente de golosinas, bebidas azucaradas y limpieza dental deficiente.
Esta erosión provoca pequeñas aberturas o agujeros en el esmalte, la primera etapa de las caries. Una vez que las áreas de esmalte se desgastan, las bacterias y el ácido pueden llegar a la siguiente capa de sus dientes, llamada dentina y progresar hasta comprometer la pulpa o nervio del diente. Al estar en contacto con el nervio se puede generar su muerte o necrosis pulpar y terminar en una infección que puede provocar serios problemas de salud. No tratar una caries eleva el riesgo de que aparezcan infecciones, que se manifiestan en dolor e inflamación. A medida que el ácido continúa erosionando los dientes, se pueden formar fosas microscópicas en la superficie del esmalte, y luego crecen rápidamente a medida que continúan erosionándose junto con el esmalte dañado debajo, y pueden comenzar a filtrarse y dañar la capa de dentina por debajo.
Las caries suelen detectarse en etapas avanzadas, cuando la destrucción del diente ya es importante y se encuentra cerca del nervio. Los síntomas en este caso son: cambio de coloración del diente en una zona concreta. sensibilidad, dolor con el frío y el calor, e incluso dolor espontáneo y continuo.
La evolución de una caries dental puede durar años, pero es imposible determinar el tiempo exacto que tarda en llegar al nervio dental o la pulpa del diente.
Las personas que son más propensas a tener caries son
–Fumadores y que beben alcohol,
– Pacientes con boca seca tienen disminuido el flujo de saliva que ayuda a mantener la superficie de los dientes limpios y puede neutralizar ciertos ácidos de la boca.
-Pacientes que toman medicamentos que contienen azúcar o pueden disminuir el nivel de saliva en la boca.
.Cualquier tipo de radiografía no es útil para diagnosticar las caries. Las idóneas para la detección de caries son las radiografías periapicales o las de “aleta de mordida”. Son radiografías de pequeño tamaño y alta sensibilidad que nos muestran con gran detalle las coronas y raíces de los dientes.
La caries se retira con instrumentos rotatorios o instrumentos manuales, dejando tejido limpio en todos los márgenes de la cavidad, la cual se rellena con materiales (resinas) que se endurecen con luz ultravioleta. Estos materiales traen distintas tonalidades, que permiten realizar obturaciones que dan la apariencia de un diente sano.
La detección a tiempo de la caries dental evita que progrese a la zona de la pulpa o nervio del diente, generando inflamación o muerte del mismo. Asiste a una revisión periódica de tus dientes, cada seis meses , te podrían solicitar radiografías para evidenciar caries entre los dientes o interproximales, que a simple vista no se pueden detectar.-
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